El miedo es una constante, una constante más, como la lluvia, las caminatas a la escuela.
Decidí que no debo quererte, no porque tu no lo hagas, sino porque después no lo harás y yo ya no estoy aqui para tener malos ratos, mejor me voy ahorita con este dolor a medias, con mis vestidos y tus buenos dias, me voy porque cómo seguir aquí sabiendo y anunciándome un final, sabía que no debía empezar esto pues ahora espero tu llamada, deseo tus abrazos, me quedo en tu cama, te espero hasta la madrugada y lo peor de todo: ahora tengo este estupido/intenso miedo. no quiero, no quiero.
pero me lo repetia, me lo gritaba, NADIE VA A CAMBIAR MI DECADENTE MUNDO, no quiero no quiero verme en 5 años perdida en la rutina, esperando tu llegada dos horas antes como ese dichoso lobo del que todos hablan.
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