y si te digo que no te quiero, dolera menos?

Estoy cansada de tanta libertad, llega un momento en que uno necesita que te agarren, que te hagan suya, que nos necesiten. Estoy cansada de recordar tus pacotillas de ya no se puede un yo sin un tu. Cansada de este saudade, de estos ultimos besos, ultimas miradas comprendidas, porque sabemos que de vez en cuando cruzaremos la mirada pero ya no me entenderas, ya no nos entenderemos y eso es lo más triste perderemos nuestro lenguaje, perderemos otra única manera de ver el mundo.

De lo que más estoy cansada es de esta no despedida, de esta despedida a medias.

y no me vengas a decir que es lo mejor para mi, porque ya tienes suficiente con tu vida para que quieras arreglar la mia, no me digas que sera lo mejor porque de patrañas así ya he tenido suficiente. Déjame mis tenis desamarrados, mi paraguas roto y el libro que aún no termino que así estoy bien y no he necesitado a nadie que arregle esas cosas por mi, mucho menos necesitaré alguien que me diga por donde pisar, no hagas esto más tedioso de lo que es y si lo quieres hacer así no conmigo, porque ya estoy cansada de este y cada vez más tu y cada vez más yo sin rastro de nosotros.

patrañas de las grandes.

Podría Julieta ser la mar de linda, sonreir y dar los consejos más positivos; pero llega un momento en la vida en que ya no estamos para finales felices, ni historias color de rosa; donde hay que actuar como se piensa y gritar aunque la acusen por alterar el orden publico, donde los consejos ya no sirven y lo que se necesitan son realidades. Llega el momento en que Julieta por más que se diga que una sonrisa lo arregla todo sabe que no es cierto que si se cae no basta eso, que las cosas de frente y como van. Que la vida es tan compleja que se necesitan dos para comprenderla y los consejos solo le quitan el sabor a la vida y la experiencia.

Pero que podía hacer Ella cuando a pesar de sus multiples esfuerzos, no podia evitar que al verlo, borroso a lo lejos, empezara a sentir su corazón latir velozmente, ni que decir de la sonrisa de niña tonta que aunque lo intentara no podría quitar en todo el día o mejor dicho solo podrían quitarsela cuando una palabra saliera entre las miles que coinciden diaramente, ese nombre de aquella, no Ella claro esta, las muecas salian naturales y no había marcha atras, era momento de decir adios, tomar el transporte de regreso a casa y esperar otro día en que no coincidiera esa palabra en sus encuentros.

A María le encantaba cuando sonreía y sin darse cuenta sus ojos brillaban, era un instante que si no te fijabas bien podia pasar inadvertido, pero no para ella que esperaba ese destello para sonreir todo el día.

porque él y la suenan mejor cuando van juntos.